viernes, 14 de enero de 2011

La Orquesta y sus familias Instrumentales (Las funciones del director de orquesta)

Haciendo un paréntesis en la pintura, en esta ocasión hablaremos de música.
Primero comenzare con las Funciones del director de orquesta
Del mismo modo que un piano o un violín son instrumentos musicales en manos de un intérprete, la orquesta es un instrumento en manos de su director. Él es quien decide las obras que se van a interpretar, teniendo en cuenta el nivel técnico y circunstancias de la orquesta, y es responsable final de la interpretación de la obra.
La mayor parte del trabajo de un director se desarrolla en los ensayos.

El director con pleno conocimiento de las obras que seran interpretadas y el mediante esto debe conseguir que la orquesta haga sonar la música tal como el considera que debe sonar ocupándose de la multitud de cuestiones que afectan a la interpretación musical: tempo, equilibrio sonoro, matices de intensidad, expresión, fraseo, coordinación de ataques y finales etc. El director corrige todos los errores que puedan cometer los musicos, transmitiéndoles su entusiaasmo por la obra y teniendo presente la intención del compositor.

Tradicionalmente, el director se sitúa de espaldas al público y elevado sobre un podio de modo que todos los músicos puedan verlo con claridad. Dirige la orquesta con la batuta en mano derecha, estableciendo con ella el tempo y marcando el compás. Con la mano izquierda señala con la suficiente antelación las las entradas importantes de los instrumentos y marca los distintos matices de intensidad con que debe sonar la música. Su expresión facial y sus ojos son una de las claves de su comunicación con los músicos.

  

miércoles, 12 de enero de 2011

El formalismo

Para los teóricos del arte de la escuela del formalismo la verdadera esencia de la experiencia estética está en las formas, entendidas en sentido abstracto. Riegl, Wolffin o Focillon fueron los defensores clásicos de este sistema; el fundamento para los grandes conceptos estilísticos que se manejan actualmente hay que situarlo en su pensamiento.

Archivo:Alois Riegl.jpg
Riegl:
Ejerció de conservador en el Österreichischen Museum für Kunst und Industrie entre 1886 y 1897 En 1897 se estableció como profesor en la Universidad de Viena. En 1903 publicó Der moderne Denkmalkultus, sein Wesen, seine Entstehung (El culto moderno a los monumentos), mientras presidía una comisión sobre los monumentos históricos. Esta obra es considerada fundamental en la historia del arte, pero también y sobre todo en restauración; propone una tabla de valores y de subvalores que permiten analizar los monumentos, basada en el concepto de "Kunstwollen", que se puede traducir por "voluntad artística".
Representante de la Escuela de Viena de Historia del Arte junto a Franz Wickhoff, ambos discípulos de Moritz Thausing, sus estudios se caracterizaban por una tendencia a rescatar del olvido periodos despreciados u olvidados de la historia del arte. Riegl y Wickhoff escribieron ambos extensamente sobre el arte de la antigüedad tardía, que antes de ellos había sido considerado como un periodo de decadencia del ideal clásico. Riegl también contribuyó a la revalorización del Barroco.
Archivo:Heinrich Wölfflin Dührkoop.jpg

Wolfflin:

Estudia en Basilea, en 1882, aunque luego sigue su formación en Berlín y Munich (1883-86); en esta ciudad defiende su tesis Prolegómenos a una psicología de la arquitectura. En 1887 hace una estancia en Roma y viaja a Grecia. En 1889, en Florencia, Wölfflin inicia su amistad con historiadores de la talla de Hildebrand y Fiedler.
Precisamente entre 1888 y 1898 hizo numerosos trabajos sobre el arte italiano en Basilea. Pues, desde 1893, Wölfflin es profesor en Basilea, en la cátedra que ocupó Jakob Burckhardt. Mantuvo de hecho una correspondencia con Burckhardt, entre 1882 y 1897, que se publicaría en Basilea, 1951.
De todos modos, luego fue profesor en Berlín, durante un largo período (1901-1912) y otro tanto en Munich (1914-1924), por lo que Wölfflin es un historiador germánico de amplio eco.
Die Klassische Kunst (1899), fue acogido con entusiasmo por el británico Roger Fry. Entre sus alumnos se destacan los historiadores Rudolf Wittkowery Sigfried Giedion y el escultor Naum Gabo.
José Moreno Villa tradujo el libro capital d Wölfflin, Conceptos fundamentales en la Historia del Arte, en 1924.

El historicismo

La consolidación de la figura del artista a partir del Renacimiento ha servido para justificar una historia del arte basada en nombres y obras con características comunes. Para ello se cuenta con documentación, pero, sobre todo nos apoyamos en la observación de rasgos diferenciales en las obras, lo que ha permitido una presentación cronológica y jerarquizada de estas. Desde la pasión de los antiguos expertos, hasta la aplicación de las modernas técnicas de laboratorio, ese método de ordenación sigue vigente.